¿Puede el estrés estar detrás de algunos síntomas digestivos?
Hinchazón abdominal, gases, problemas para ir al baño, acidez, dolor... Son algunos de los síntomas que se describen en la consulta de nutrición en pacientes digestivos.
Lo primero que hay que hacer en estos casos, es descartar una causa orgánica que pueda estar causando este malestar:
Pruebas de intolerancias
Pruebas de sensibilidad
Analíticas
Endoscopias, ecografías, etc.
En algunos casos, todas las pruebas dan resultado negativo, y por lo general, se les dice que la causa es ''el estrés''. ¿Puede el estrés causar problemas digestivos?
La respuesta es SÍ; y es más habitual de lo que pensamos. El estrés crónico provoca numerosos cambios en nuestro organismo:
Altera nuestro sistema hormonal (aumento sostenido del colesterol, adrenalina, alteración de insulina, etc.)
Activa nuestro sistema inmune, que a lo largo del tiempo termina por resentirse y puede dar lugar a una bajada de nuestras defensas o dar lugar a enfermedades autoinmunes
Provoca inflamación sistémica
Altera la regulación del azúcar en sangre y el metabolismo
Dificulta el sueño/descanso
Altera los procesos digestivos
Es oxidativo y aumenta las demandas de vitaminas y minerales
Suele derivar el alteraciones cognitivas (problemas de memoria, emocionales, etc.) que pueden hacer que tomemos peores decisiones
Altera nuestra microbiota intestinal
Normalmente, cuando se empiezan a sentir estos síntomas, se retiran alimentos o se pone en foco en alimentos determinados, a los que, si no tenemos ningún tipo de alergia o intolerancia, debemos descartarlos como problema e ir a la raíz.
¿Cómo debe ser mi alimentación si sufro estrés crónico?
Rica en antioxidantes:
Frutas y verduras. En el caso de las frutas, se llevan la medalla de oro los frutos rojos, pero todas tienen beneficios. En caso de las verduras, si nuestro sistema digestivo se ve muy afectado, las consumiremos cocidas o en crema y evitaremos las que causan flatulencias/inflamación.
Frutos secos: Un puñado al día. Contienen gran cantidad de vitaminas y mineras y son muy saciantes.
Especias: Cúrcuma, canela y jenjibre: Son antiinflamatorios, ayudan a regular el azúcar en sangre y apoyan a nuestro sistema inmune.
Aceite de oliva virgen: Contiene vitaminas liposolubles y antioxidantes muy beneficiosos para nuestra salud cardiovascular.
Cacao/chocolate negro: Rico en polifenoles y antioxidantes. También nos puede ayudar con los antojos.
Rica en pescado y mariscos (omega-3): Los pescados mejor de pequeño tamaño (sardinas, anchoas, lirios...). Son económicos, tienen menos metales pesados y en ocasiones podemos comernos las espinas, ricas en calcio.
Otros alimentos interesantes:
Los cereales integrales como la avena, contienen altos niveles de vitaminas del grupo B, que ayudan al buen funcionamiento del metabolismo. La levadura de cerveza (con alto contenido de vitaminas del grupo B) también puede ayudarnos a enriquecer nuestros platos.
Agua/infusiones: Suele ocurrir que cuando estamos estresados, nos olvidamos de beber o abusamos del café. El agua es necesaria para el correcto funcionamiento del organismo. Las infusiones de frutos/frutas o con propiedades relajantes también pueden ser un excelente aliado.
¿Qué alimentos debo vigilar/limitar?
Café: Aunque es un alimento rico en antioxidantes, en algunas personas puede estar alterando el sueño o puede ayudar a elevar el cortisol. En algunos casos hay que valorar la dosis y momento del día en el que se consume.
Alcohol: Debemos limitarlo en la medida de lo posible. Es tóxico para el organismo y supone un exceso extra para nuestro hígado su metabolización.
Alimentos refinados/ricos en azúcares: Tienen muy pocas vitaminas, minerales y antioxidantes, pero por lo general, un alto contenido en sal, grasas de baja calidad o edulcorantes. Pueden favorecer la alteración de la microbiota o los problemas digestivos.
Si estás pasando por un momento de estrés crónico y notas que tu sistema digestivo se empieza a resentir, no dudes en dar prioridad a tu alimentación y considerarla un apoyo esencial para tu salud. En casos de estrés, la alimentación puede tener una función terapeútica muy importante.
Gloria Lorenzo
Dietista-Nutricionista
Col.GA00192
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